El comerciante en línea debe ofrecer un medio de pago seguro.
En caso de fraude, el proveedor es responsable y se garantiza el reembolso del consumidor cibernético, debe comprometerse con la fecha u hora de entrega, debe reparar, reemplazar o reembolsar el producto en caso de un defecto, debe informar al comprador en caso de falta de disponibilidad del producto, reembolsarlo o reemplazarlo.
La responsabilidad del comerciante en línea se ejerce plenamente con respecto al consumidor en línea.
Se relaciona con el cumplimiento adecuado de las obligaciones resultantes del contrato, incluso si estas obligaciones deben ser realizadas por otro que no sea el comerciante en línea: este último no puede incluir una cláusula que limite su responsabilidad o lo exima de cualquier responsabilidad.
El comerciante en línea puede ser relevado de su responsabilidad al proporcionar pruebas de que el incumplimiento del contrato es atribuible al comprador, o al hecho insuperable e impredecible de un tercero, o a un caso de fuerza mayor.
Las obligaciones del ciber comprador: debe recibir la entrega de la cosa (casi siempre realizada por “couriers” internacionales o nacionales) y si no lo hace, el comerciante en línea puede negarse a cumplir con sus propias obligaciones, solicitar la ejecución forzada de la venta o solicitar la resolución (cancelación) de la venta.
Obligación de pagar: el comprador en línea debe pagar el precio en el día y en el lugar previsto en el contrato de venta.
El pago se realiza casi siempre de forma inmediata o adelantada, o diferido a la entrega de la mercancía, por ejemplo cuando existe un financiamiento de la mercancía (varias paginas web ofrecen este servicio).
El medio de pago más utilizado es la tarjeta de crédito o débito bancaria, junto con una solución de cifrado de datos.
El usuario da su número de tarjeta, su fecha de validez y un código escrito en el reverso de la tarjeta: la transacción se lleva a cabo si la tarjeta existe y si no ha sido declarada como robada.
El pago con tarjeta de crédito, excepto el uso fraudulento, es irrevocable.
Garantías: el profesional de la venta debe garantizar un producto conforme a la descripción inicial y libre de defectos.
En caso de problemas, el comprador tiene la opción de hacer reparar o reemplazar los bienes.
El comprador no profesional puede beneficiarse de cuatro garantías diferentes: la garantía legal de conformidad de los productos, la garantía legal de defectos ocultos, la garantía de desalojo (el comerciante en línea debe compensar al comprador en caso de que se reconozca la propiedad de la cosa. pertenecer a un tercero) y la garantía contractual (garantía adicional, gratuita o pagada, otorgada por el vendedor en línea).
Solución de disputas: en principio, las partes del contrato son libres de elegir la ley aplicable en caso de disputa.
En la realidad practica, en la casi totalidad de los casos cuando se cierra una compra digital se acepta y “firma” un contrato de adhesión “unilateral”, donde las clausulas del vendedor son obligatoriamente aceptadas, incluyendo las reglas del foro y de la ley aplicable en el domicilio del vendedor.
De lo contrario, la ley aplicable es la del país donde se encuentra la residencia del consumidor.
A parte las compras por internet, como podemos negociar y formalizar contratos digitales en forma lejana?
La firma electrónica para validar un contrato desmaterializado.
Cualquier acto legal, para ser validado, requiere una firma.
Para sus documentos desmaterializados, y en particular para sus contratos digitales, se puede crear una Firma electrónica (véase articulo en una próxima entrega) que le permita ser identificado e individualizado.
Una vez adherido a un contrato digital, expresa su consentimiento a las obligaciones derivadas del acto en cuestión, como el de los otros signatarios.
Quien dice contrato electrónico, dice envío desmaterializado, es decir con la facilidad de enviarlos por email.
Por lo tanto, las leyes en general estipulan que se pueden utilizar medios electrónicos para cualquier transacción contractual y, por ejemplo, enviar un contrato a un cliente o socio por correo electrónico tan pronto como le hayan dado su consentimiento y comunicado su dirección de correo electrónico.